LOS HIJOS DE UN GENDARME (VIVENCIAS IMBORRABLES)
Compartimos con ustedes algunos momentos que se suceden dentro de la vida de la Familia de Gendarmería y que nos hace sentir parte de esta querida y prestigiosa Institución:
Los cumpleaños en el Casino de Oficiales o
Suboficiales.
Las navidades o año nuevo. La mesa de los “grandes”
y la mesa de niños.
Ser más conocido por el apellido que por el nombre.
Que te dijeran por el diminutivo de tu apellido o
apodo de tu viejo.
Que todos los demás camaradas de papá fueran 'tíos'
y sus esposas 'tías', a falta de parientes cercanos.
Que te dijeran: ¡¡¡Te conozco desde que eras así!!!
y vos pensaras ' che, yo no ...' O peor, que en una reunión de adolescentes te
dijeran: "...pensar que te tuve en brazos cuando naciste..."
La famosa cantina y la cuenta de papá.
Las niñeras para las fiestas cuando los chicos nos
quedábamos solos
Los carnavales y los disfraces.
La 'hija de', el 'hijo de'...
Los asados. Los tés de señoras.
Los barrios de Gendarmería; ¡las peleas con otros
barrios y después jugar juntos! como buenos amigos.
Dejar las bicis tiradas, las puertas abiertas, los
juguetes en el pasto sin pensar que alguien se los pudiera llevar.
Los carritos con ruedas de rulemanes. Las ondas,
las figuritas, la rayuela
Tener 10 años y andar solo por la calle del barrio
a las 10 de la noche.
Los chismes del barrio.
El cine, la previa, las películas y los intervalos
El peluquero que les cortaba a todos.
Heredar ropa. Las alpargatas.
El pan de la panadería de la proveeduría.
Las chozas.
El verdulero en su carro, el lechero............
La llegada de los distintos comerciantes de ropa o
electrónica.
Los circos o parque de diversiones
Las tortas fritas y mate cocido en la casa de un
amigo cuando llovía
La frase de terror: "Nos vamos de pase..."
Mil amigos que se perdían y se conocían tras los sucesivos pases. Los que se
iban. Los que llegaban. Los incontables amigos y amigas que perduran en el
tiempo con tu misma impronta Las mudanzas: embalar, cargar, tirar juguetes,
pintar, etc.
Las despedidas, donde se caían varios lagrimones y
no lo entendías.
Las distintas escuelas y las infinidades de
maestras y profesoras.
Que tu viejo te dijera: '...el que queda mal soy
yo'
Los centenares de ceniceros y platitos con escudos
que atesoraban como premios nuestros padres
El glorioso 'INTERNO'... y los teléfonos viejos.
Ir a llevar la comida a tu papá a la guardia.
Las misas, los desfiles y las bandas.
La retreta del desierto.
Las formaciones en el Escuadrón, en el Centro
Cívico o en la Plaza, donde te sentías orgulloso y se te hinchaba el pecho al
escuchar y cantar una canción patria.
Ver a tu papá desfilar
Las peleas con tus hermanos por dejarle los
borceguíes bien lustrados a papá.
El sable de papá.
Los ascensos, cuando anunciaban tu apellido y veías
a tu papa caminar al frente de la formación
Sentirte groso cuando tu viejo iba de uniforme al
cole.
Las comisiones / patrullas de mi papá
Los amados vinos de honor.
Los perros como mascota del grupo
Los amigos gendarmes.
Ayudar a levantar y poner la mesa.
Los parches en los pantalones.
El guardapolvo almidonado.
El pelo corto.
El colectivo al cole
La bici (inútil sin ella).
El impenetrable living.
La sagrada e intocable siesta de papá y mamá. La
odiosa penitencia.
¡¡¡¡Sí!!!! Vamos a comer afuera (siempre al mismo
lugar)
Sí, papá; sí, mamá.
La comunión
Aprender a comer todo con cubiertos, incluso la
fruta. El postre con frutas de estación.
Los fantasmas de los barrios.
La enfermería
El perro malo del barrio.
El perro de todos y de nadie, que aparecía cuando
había asado.
La ropa y juguetes que traían los que venían de una
comisión.
Quedarnos muy quietos cuando izaban o arriaban la
bandera (mirando con fiereza a quienes se movían) en un respeto absoluto.
Las palabras que ningún otro chico conocía, como
"Diana", "Guardia", "Pase", "Comisión",
"Destino", etc.
Las Inspecciones al escuadrón donde todo se
limpiaba, se lustraba y se pintaba
Las alocuciones.
Disfrutar del casino de oficiales o suboficiales.
La escuelita de fútbol, vóley, básquet los
campeonatos infantiles
Los inter-escuadrones.
La cancha de bochas
La Gendarmería Infantil.
El Unimog único medio de transporte, era lo más
Los fogones por San Juan.
La pista de obstáculos
La capital de la provincia donde estábamos... ¡La
gran ciudad, era como París!
Bueno, todas estas cosas y muchas más son las que
identifican a un hijo de un Gendarme. Orgullosos de serlo y agradecidos por la
vida y formación que tuvimos.
¡¡¡Muchas gracias
Pa!!!